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La fisioterapia en embarazadas mejora la movilidad lumbopélvica, activa el abdomen transverso y el suelo pélvico, reduciendo problemas circulatorios y edemas y aliviando las molestias producidas por los cambios posturales durante la gestación.
La fisioterapia obstétrica es una especialidad que tiene como objetivo mantener en un estado óptimo las diferentes estructuras corporales durante el embarazo, mediante la prevención y la rehabilitación. Alivia el dolor y las molestias causadas por los diferentes cambios que experimenta tu cuerpo, mejorando la movilidad lumbopélvica y activando el abdomen transverso y suelo pélvico.
Se recomienda iniciar la fisioterapia en embarazadas a partir de la semana 17 de gestación, siempre y cuando el médico tratante lo apruebe.
Sirve para reducir el dolor, mejorar la circulación, prevenir edemas y mantener una buena postura, lo que contribuye a un embarazo más cómodo y saludable.
La fisioterapia obstétrica elimina contracturas y tensiones, ayudando a aliviar el dolor. Mejora la movilidad, activa los músculos abdominales y del suelo pélvico, y reduce la incidencia de problemas circulatorios y edemas. Además, mediante la técnica del automasaje perineal, la embarazada aprenderá cómo reducir la posibilidad de desgarros durante el parto natural.
No se requiere preparación especial, pero es importante contar con la autorización del médico tratante.
Se realiza una valoración para obtener datos importantes, y así planificar una serie de ejercicios personalizados, técnicas de terapia manual y asesoramiento en higiene postural.
Una sesión de fisioterapia obstétrica dura entre 60 minutos y 1 hora y 20 minutos.
No, pero si se llegaran a presentar algunos síntomas, se deben tomar precauciones.
Fisioterapeuta por la Universidad del Valle de México con especialidad en obstetricia.
Actualmente, continúa ampliando sus conocimientos sobre el método de cadenas musculares GDS, fisioterapia obstétrica y mejora de técnicas de fisioterapia.
Certificada en kinesio taping, terapia manual y ejercicios hipopresivos
Se realiza entre la semana 11 y 14, y con él podemos conocer cuantas semanas de embarazo tienes y si hay riesgo del Síndrome de Down.
Es un estudio de sangre que detecta dos hormonas placentarias; mejora la detección del Síndrome de Down, Preeclampsia y restricción del crecimiento.
Durante el segundo trimestre evaluamos detalladamente todos los órganos de tu bebé.
Proporciona información sobre el crecimiento del bebé, su posición y el estado de la placenta y del líquido amniótico.
Nuestros equipos ofrecen imágenes de mayor nitidez y resolución, que permiten conocer a tu bebé a otro nivel.
Permite evaluar el desarrollo y funcionamiento del corazón del bebé, identificando posibles anomalías cardíacas y garantizando un seguimiento adecuado durante el embarazo.
Consiste en la extracción de líquido amniótico mediante una aguja guiada por ultrasonido. Se realiza después de las 15 semanas para el diagnóstico prenatal de trastornos genéticos.
Es un procedimiento en el que se obtiene una pequeña muestra de placenta bajo control ecográfico. Se realiza entre las semanas 10 y 14 para diagnosticar enfermedades genéticas.
Es una prueba que evalúa el comportamiento del corazón de tu bebé y nos ayuda a determinar su aporte de oxígeno sea adecuado.
Permite descartar alteraciones cromosómicas en tu bebé, como Síndrome de Down, mediante una muestra de sangre de la mamá.
Ayuda a aliviar el dolor y las molestias causadas por cambios posturales en el embarazo, mejorando la movilidad lumbopélvica, disminuyendo problemas circulatorios y manteniendo el tono muscular del suelo pélvico.
Mejora las estructuras musculoesqueléticas y viscerales tras el embarazo, proporciona drenaje linfático y tratamiento para tejidos blandos y cicatrices, facilitando una recuperación saludable y segura.
Plan nutricional personalizado para incrementar las posibilidades de embarazo exitoso. Diseño de estrategias específicas para parejas diagnosticadas con infertilidad. Incluye evaluación integral, recomendaciones personalizadas y seguimiento continuo.
Estrategias nutricionales específicas para cada etapa de la gestación, con monitoreo del progreso y adaptación de recomendaciones según las necesidades individuales de cada paciente.
Asesoramiento profesional para tener una lactancia exitosa. Incluye técnicas de amamantamiento, resolución de problemas comunes y recomendaciones nutricionales para el periodo de lactancia.
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