Ultrasonido 3D, 4D y 5D son técnicas de ultrasonido que nos permiten obtener imágenes tridimensionales más definidas y realista del feto
El ultrasonido 3D es una técnica de ultrasonido que nos permite obtener imágenes tridimensionales del feto. Mientras que en el escaneo convencional se emiten ondas de ultrasonido en línea recta, en el escaneo fetal 3D, las ondas se envían en distintos ángulos mostrando una imagen reconstruida del volumen de la superficie del feto o sus órganos internos, pero no se muestra movimiento.
El ultrasonido 4D es similar al ultrasonido 3D, con la diferencia asociada al tiempo: 4D ofrece una imagen tridimensional en movimiento de bebé.
El ultrasonido 5D es capaz de realizar una reconstrucción más definida y realista del feto. La nueva generación de ecógrafos de alta resolución incrementa de manera decisiva la capacidad diagnóstica y la detección de malformaciones fetales. Esta tecnología ofrece una reconstrucción mucho más definida y realista de cualquier estructura que sea necesario observar.
La tecnología 3D, 4D y 5D puede utilizarse en cualquier momento del embarazo; si embarazo, las mejores imágenes se obtienen cuando se efectúan entre las semanas 24 y 32; idealmente, entre las semanas 26 y 30. En nuestro centro, aconsejamos a nuestras pacientes acudir entre las semanas 28 y 32 para obtener las mejores imágenes.
Después de las 32 semanas hay una alta probabilidad de que el feto haya bajado en la pelvis y sea casi imposible obtener imágenes 3D. Y como bebé ya es más grande, hay menos espacio y es más difícil conseguir una buena imagen.
Solo unas medidas básicas que nos ayudan a obtener mejores fotos de bebé, como ir al baño a orinar para vaciar la vejiga antes del estudio y no haber comido inmediatamente antes de la consulta.
Ninguno, los ultrasonidos son completamente seguros para tu embarazo y para bebé.
Además de lo especial que es ver la carita de bebé y conocerlo desde antes de nacer, a los especialistas nos sitúa en una situación óptima para el diagnóstico de anomalías visibles de forma externa, como el labio leporino, o internas, como defectos en el tubo neural, lesiones cerebrales, en el corazón o el sistema esquelético del feto.
Podemos identificar ciertas anomalías como el labio leporino, o problemas en las extremidades que quizás no se vean en un ultrasonido tradicional.
En el consultorio, te acostarás sobre la mesa de exploración, y te pediremos que descubras el abdomen para poder aplicarte el gel que facilita el deslizamiento del transductor. Este dispositivo es indispensable en cualquier ultrasonido, nos permite obtener las imágenes de bebé.
Las imágenes serán analizadas en tiempo real por nuestros médicos materno fetales, quienes te irán explicando cómo se encuentra el desarrollo y bienestar de bebé.
Por lo general, la duración del procedimiento es de 15 a 45 minutos, aproximadamente.
No, no son un método invasivo. A realizarse por ondas de ultrasonido, no suponen ningún riesgo para tu embarazo o para bebé. No se requieren agujas, incisiones ni ningún otro tipo de intervención en el cuerpo.
No se aplica ningún tipo de anestesia para estos ultrasonidos. Son indoloros y no causan ninguna incomodidad, más allá de una ligera sensación de frío provocada por el gel.
Mientras realizamos el ultrasonido, tú y tu acompañante tendrán la oportunidad de ver en tiempo real a bebé. Durante el procedimiento, nuestros médicos materno fetales te irán explicando los hallazgos encontrados.
En un lapso de 24 a 48 horas, enviaremos a tu correo electrónico, y al de tu doctor, un reporte oficial escrito con las conclusiones, además de todas las imágenes que tomamos de bebé.
Ginecóloga y Obstetra con subespecialidad en Medicina Materno Fetal y entrenamiento en ecocardiografia fetal avanzada.
Certificada por el Consejo Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia, y la Fetal Medicine Foundation. Como experta en salud materno-fetal, trato de transmitir a mis pacientes la importancia del cuidado y la supervisión durante el embarazo
Ginecóloga y obstetra con subespecialidad en Medicina Materno Fetal, con certificación por el Consejo Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia, y la Fetal Medicine Foundation.
Experta en el seguimiento y manejo de embarazos de alto riesgo, detección de defectos congénitos y embarazo gemelar.
Médico Especialista en Ginecología y Obstetricia con una subespecialidad en Medicina Materno Fetal por la UNAM. Con experiencia en el manejo de patología obstétrica y ginecológica de alto riesgo.
Certificado por la Fetal Medicine Foundation en Evaluación Cervical, Detección de Preeclampsia y Ultrasonido Doppler. Afiliado a la International Society for Prenatal Diagnosis y The Society for Maternal-Fetal Medicine.
Se realiza entre la semana 11 y 14, y con él podemos conocer cuantas semanas de embarazo tienes y si hay riesgo del Síndrome de Down.
Es un estudio de sangre que detecta dos hormonas placentarias; mejora la detección del Síndrome de Down, Preeclampsia y restricción del crecimiento.
Durante el segundo trimestre evaluamos detalladamente todos los órganos de tu bebé.
Proporciona información sobre el crecimiento del bebé, su posición y el estado de la placenta y del líquido amniótico.
Nuestros equipos ofrecen imágenes de mayor nitidez y resolución, que permiten conocer a tu bebé a otro nivel.
Permite evaluar el desarrollo y funcionamiento del corazón del bebé, identificando posibles anomalías cardíacas y garantizando un seguimiento adecuado durante el embarazo.
Consiste en la extracción de líquido amniótico mediante una aguja guiada por ultrasonido. Se realiza después de las 15 semanas para el diagnóstico prenatal de trastornos genéticos.
Es un procedimiento en el que se obtiene una pequeña muestra de placenta bajo control ecográfico. Se realiza entre las semanas 10 y 14 para diagnosticar enfermedades genéticas.
Es una prueba que evalúa el comportamiento del corazón de tu bebé y nos ayuda a determinar su aporte de oxígeno sea adecuado.
Permite descartar alteraciones cromosómicas en tu bebé, como Síndrome de Down, mediante una muestra de sangre de la mamá.
Ayuda a aliviar el dolor y las molestias causadas por cambios posturales en el embarazo, mejorando la movilidad lumbopélvica, disminuyendo problemas circulatorios y manteniendo el tono muscular del suelo pélvico.
Mejora las estructuras musculoesqueléticas y viscerales tras el embarazo, proporciona drenaje linfático y tratamiento para tejidos blandos y cicatrices, facilitando una recuperación saludable y segura.
Plan nutricional personalizado para incrementar las posibilidades de embarazo exitoso. Diseño de estrategias específicas para parejas diagnosticadas con infertilidad. Incluye evaluación integral, recomendaciones personalizadas y seguimiento continuo.
Estrategias nutricionales específicas para cada etapa de la gestación, con monitoreo del progreso y adaptación de recomendaciones según las necesidades individuales de cada paciente.
Asesoramiento profesional para tener una lactancia exitosa. Incluye técnicas de amamantamiento, resolución de problemas comunes y recomendaciones nutricionales para el periodo de lactancia.
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